Heraclio Terán / La izquierda diario
El pasado 24 de septiembre una columna de opinión del diario de mayor circulación en el Estado de Sinaloa anunciaba, con notable júbilo, una “virtual” alianza del Partido Sinaloense (PAS) con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), tejida por el morenista Rubén Rocha Moya y el pasista Melesio Cuén, para contender por la gubernatura de dicho Estado en las elecciones del año entrante.
La noticia fue recibida con desconcierto y preocupación por muchos trabajadores en activo y jubilados, así como ex trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) que han visto pisoteados sus derechos humanos y laborales por el grupo político que dirige a esa institución educativa desde hace una década y media, el cual es encabezado por el cacique universitario Héctor Melesio Cuén Ojeda (exrector UAS 2005-2009 y Presidente Estatal del PAS) en connivencia con el actual Rector, Juan Eulogio Guerra Liera.
“Dicha alianza significa no solo el desenmascaramiento derechista del MORENA en Sinaloa, sino ya de plano un viraje netamente reaccionario y francamente hostil del morenismo hacia la totalidad de la comunidad universitaria UAS”, son las palabras de un ex trabajador universitario (de ahora en adelante SSN) que, a razón de un proceso legal que ha entablado contra la Universidad por un despido injustificado, ha decidido brindar una entrevista de manera anónima, en la cual nos cuenta brevemente su experiencia de 14 años como integrante de la comunidad universitaria aunque, agrega con sonrisas, él aún se considera UAS.
El trabajador continúa: “se nos dice que la alianza es aún ‘virtual’, sin embargo, no es un hecho menor que esté siendo anunciada con bombo y platillo por el diario de mayor circulación de Sinaloa, pero, sobre todo, que a la fecha no haya pintado la raya tajantemente el principal aludido del MORENA en dicho asunto, me refiero a Rubén Rocha Moya; senador morenista, presidente de la comisión de educación de la cámara de senadores, quien en campaña durante el 2018 organizó reuniones con trabajadores jubilados y en activo, así como con ex trabajadores que hemos sido agredidos y violentados en nuestros derechos laborales y humanos por los cuenistas.
“Yo estuve en esas reuniones, Rocha Moya nos pidió ‘ser pacientes’ ya que, una vez como senador, él tendría capacidad de fungir como mediador para resolver nuestros problemas en particular y, en lo general, contribuir a acabar con el cacicazgo de Cuén en la UAS… Incluso, durante el cierre de campaña, el señor da un discurso muy emotivo en el que llega a comprometer a AMLO para ‘liberar a la UAS’… puras patrañas. Ya ganada la elección, el ‘flamante’ senador ha asumido una actitud verdaderamente hostil hacia los trabajadores… ha llegado incluso a decir que somos unos irresponsables por buscar solución a nuestros problemas laborales… La afinidad de Rocha Moya por Cuén y el PAS es algo que se traduce en hechos: en Sinaloa los trabajadores de la UAS están siendo forzados por los cuenistas para realizar campañas de sanitización, y si no cooperan con esa dinámica, agárrense: primero aparecen descuentos en nómina, después te despiden y de paso te amedrentan para que no hables… eso lo están haciendo para ofrecer bien aceitada la estructura pasista a MORENA y a Rocha Moya de cara a las próximas elecciones…”
Pero, para entender mejor este problema, hay que aclarar dos cuestiones fundamentales ¿qué es el PAS? y ¿qué relación tiene ese partido con la UAS?
El Partido Sinaloense es un partido local de Sinaloa que nace el 14 de agosto del año 2012, producto de un mecanismo clientelar ideado por Cuén y su grupo en el cual, por un lado, se negocian espacios laborales así como espacios dentro de la matrícula estudiantil y son condicionadas calificaciones en las facultades, escuelas y unidades académicas de la UAS a cambio de activismo para favorecer a cuanto proyecto político se les ha ocurrido a los cuenistas y, por otro, se agrede brutalmente a todo integrante de la comunidad universitaria que se rehúse a favorecerlos o que haya vuelto evidente estas situaciones. Así el grupo cuenista logró el registro del PAS hace 8 años, dando nacimiento a la “universidad partido”; así es como continúan dominando a la UAS.
En las entrañas de la universidad-partido
HT: Por favor, háblenos de su trayectoria dentro de la UAS…
SSN: En el año 2004 ingresé como alumno a la Preparatoria UAS El Fuerte, donde fui testigo de la última elección por voto unitario, universal y nominal para Rector y directivos de la UAS; Cuén ganó esa elección y asume la rectoría para el periodo 2005-2009.
En 2007 inicié mi formación como licenciado en Psicología en las aulas de la Facultad de Psicología UAS, en Culiacán; para octubre de 2012 me titulé por presentación de tesis y en noviembre de ese año asumí por primera vez la responsabilidad de impartir una materia (epistemología) en la modalidad semiescolarizada de la licenciatura en cuestión, en Guasave, Sinaloa.
Para febrero de 2013 inició la Maestría en Educación (incorporada al PNPC de CONACyT), en la Facultad de Ciencias de la Educación (donde tuve oportunidad de fungir como consejero técnico en representación de mis compañeros de posgrado), también de la UAS, a la par que continúo impartiendo clases en Psicología y realizando diversas publicaciones en revistas indexadas, así como capítulos de libros; sin embargo, las exigencias de hacer trabajo político para el PAS, si quería continuar como docente en las aulas de la UAS, fueron una constante, y eran presentadas de forma cada vez más imperativa conforme transcurría el tiempo. En muchas ocasiones, y junto a otros compañeros, fui presionado para participar en la organización de “loterías PAS” en colonias populares, aportando insumos y recursos económicos de mi bolsa.
Para agosto de 2015 apruebo examen de tesis de maestría y ya cuento con una pequeña carga de materias en la modalidad escolarizada de la licenciatura en Psicología, laborando bajo el esquema “por honorarios”, es decir, sin contar con “número de empleado universitario” y sin ninguna prestación laboral.
No obstante, para finales de ese año, debido a un cambio de administración en la Facultad de Psicología, soy despedido. Busco orientación con otros compañeros trabajadores que han quedado fuera, la respuesta fue siempre la misma: “la única forma de volver a laborar en la Universidad es buscar un dirigente pasista que interceda por ti”.
Así, aferrado a un proyecto de vida que tendría como base la academia y que, se prometía, en algún momento traería la tan anhelada estabilidad laboral, en enero de 2016 contacto con Alfredo Ayala, profesor jubilado de la UAS, operador político pasista, y en ese entonces regidor del ayuntamiento del municipio sinaloense de El Fuerte, quien me plantea la siguiente situación:
“La cosa está difícil, ya vez que es año electoral. Hay una extensión de Psicología en Mazatlán que se va a independizar, será unidad académica ya con una dirección independiente de Culiacán. Puedes ir ahí, es un terreno nuevo y va a haber estabilidad laboral, se necesita gente joven y preparada como tú, pero hay que darle con todo al proyecto externo (activismo pasista). Ya sabes, no queremos a nadie que no aporte trabajo político”.
Concluyó la charla con la instrucción de pedirle a mi familia apoyarme en el trabajo político, ya que había más aspirantes y ellos ya estaban contribuyendo con la incorporación de más gente, si yo no incorporaba a mi familia, entonces quedaría sin espacio laboral… así de fácil.
A partir de eso Ayala me asigna al equipo de activistas de Maurilio Hernández Martínez, dirigente pasista y director de Psicología, Mazatlán, y durante los siguientes meses, en vísperas de la elección para gobernador de Sinaloa 2016 -en la cual participó Melesio Cuén como candidato- junto a otros compañeros trabajadores y aspirantes a trabajador, somos presionados para recorrer diariamente distintas comunidades de la parte sur del Estado, realizando encuestas a la población.
Los dirigentes pasistas nos hacían pasar como parte de una empresa fantasma de sondeos llamada “Tu Opinión Cuenta. Simultáneamente se me instruye cubrir clases de profesores que tenían compromisos políticos y me son asignadas, también, materias en Psicología modalidad semiescolarizada en la unidad académica del mencionado puerto turístico.
Una retribución parcial por esas materias llegaría a mediados de 2017 (¡casi un año y medio después!); en ese tiempo, aun residiendo en Culiacán, los gastos de traslado al “centro de operaciones” en Ciudad Universitaria en Mazatlán siempre corrían por cuenta propia. Esto mismo tenía que soportar los demás compañeros trabajadores, salvo contadísimas excepciones apapachadas por la dirigencia del partido.
HT: Pero Melesio Cuén pierde la elección de 2016 ¿no?, ¿qué situación tienen que enfrentar los trabajadores después de ello?
SSN: Efectivamente, Cuén pierde, pero en octubre de ese año Maurilio Hernández me dice que supuestamente ya voy a incorporarme formalmente como docente de Psicología, Mazatlán… Llegué a impartir clases, pero lejos de formalizar mi situación, la administración a su cargo daba largas al asunto.
Otros compañeros trabajadores estaban en la misma situación laboral, precarizada en extremo: se nos decía que debíamos hacer todavía más “méritos” llevando a cabo todo tipo de funciones administrativas que fueran requeridas, sin recibir remuneración alguna, mientras los lineamientos para realizar activismo en colonias populares eran cada vez más constantes, asfixiantes y autoritarios, aun cuando ya no era temporada de elecciones.
O sea, después de la derrota electoral las dificultades que tuvimos que enfrentar fueron mayores: “ya casi les llega su número de empleado, Uds. sigan trabajando en lo interno y externo, échenle ganas” eran las palabras que cínica y burlonamente nos dirigía Maurilio.
Desconcertado frente a esto, trato de impulsar una organización con los compañeros con miras a conformar una comitiva de trabajadores que fuera a dialogar con el Rector Juan Eulogio Guerra Liera, en Culiacán, pero se dieron maniobras intimidatorias en contra nuestra, y los compañeros son disuadidos; los reportes de mi “actitud” llegan a distintas autoridades universitarias de Vicerrectoría Unidad Regional Sur.
Sin embargo, continúo por mi cuenta acudiendo a distintas instancias universitarias y partidistas haciendo presión hasta que en mayo de 2017 obtengo el tan anhelado número de empleado como administrativo de la unidad académica, siéndome “concedido” un retroactivo que a duras penas cubría un mes y medio del tiempo laborado y solamente una materia impartida en el programa semiescolarizado, es decir, más de un año de sueldos caídos no me fue repuesto jamás.
La victoria del “número de empleado” resultó muy limitada, pues a partir de ello quedó aislado, catalogado como un “caso problemático”, bajo vigilancia constante. La confrontación se agudizó; las agresiones fueron cada vez más frontales llegando a ejercerse ataques incluso contra mi familia; no me quedó más que recabar pruebas para el proceso legal que entablé contra autoridades universitarias, el cual aún no se resuelve, pues la Junta de Conciliación y Arbitraje Especial No 1 de la Local de Culiacán es sumamente parcial en favor de los dirigentes pasistas… hay complicidad con el gobierno estatal. En febrero de 2018 fui despedido de manera injustificada.
Mi caso no es el único, sin embargo, es mucho el temor que infunde Melesio Cuén en los trabajadores universitarios. Pocos se atreven a hablar, aunque si todos nos solidarizáramos y organizáramos, no me queda duda que podríamos defender nuestros derechos laborales y humanos de forma exitosa.
HT: Hemos tenido contacto con algunos trabajadores de la UAS, y hay algo que nos llama la atención: ellos nos dicen que la cúpula pasista presenta al PAS como un partido de izquierda y que su alianza con el MORENA será la “súper fórmula progresista” en las próximas elecciones… ¿qué opina Ud. sobre ello?
SSN: Durante 14 años, 2004 a 2018, estuve en las aulas de la UAS, tanto como alumno, profesor y como trabajador administrativo… pude ver de cerca el surgimiento del “cuenato” y la universidad-partido. Quienes conocemos y hemos vivido la realidad que impera en la UAS sabemos muy bien las prácticas tan deleznables y gansteriles ejercidas por dirigentes pasistas: una red dedicada a operaciones de espionaje político, montajes mediáticos, operaciones mediáticas de difamación, granjas de bots para guerra sucia, agresiones físicas, violencia política y violencia política de género, son apenas algunos de los instrumentos y recursos que son utilizados por dirigentes pasistas, mismos que se encuentran a su disposición gracias a una inversión de decenas de millones de pesos de recursos públicos destinados a la UAS pero que son invertidos en el financiamiento de una compleja estructura parainstitucional cuyos objetivos principales son operar una maquinaria clientelar para sostener al PAS, maquillar la situación descrita anteriormente y disciplinar a críticos del cacicazgo universitario de Cuén a través de la vía del terror y la intimidación.
De manera muy somera podemos decir que históricamente la derecha se caracteriza por la conservación de privilegios (carácter conservador) y reacciona frente a cualquier amenaza hacia los mismos (carácter reaccionario). El PAS es un partido de extrema derecha, sumamente conservador y reaccionario. La alianza MORENA-PAS es el viraje definitivo del morenismo hacia la derecha. Ahora sí que “¡fuera máscaras!”.
HT: ¿Qué palabras diriges a la comunidad universitaria de la UAS?
SSN: La gran mayoría de la comunidad UAS (trabajadores y estudiantes) que hace activismo para el PAS lo hace contra su voluntad… los pasistas son prepotentes y déspotas, humillan a la comunidad universitaria de una forma grotesca.
Yo invito a las compañeras y compañeros a que recaben pruebas de lo que está sucediendo en la UAS y las hagan públicas; pronto los pasistas intensifican sus exigencias a los universitarios para que realicen activismo político a favor de ellos.
Además de la recopilación y publicación de pruebas es indispensable y urgente que trabajadores y estudiantes nos organicemos, de manera independiente, desde abajo y a la izquierda, construyendo un movimiento democrático en la UAS que exija mayor financiamiento para esta y todas las universidades públicas del país, a la par que dé la batalla por remover a los cuenistas.
Es importantísimo no confiar en el MORENA, pues ellos ya han traicionado a la comunidad universitaria. El que calla otorga y el MORENA, manteniendo en la congeladora las iniciativas de reforma a la ley orgánica que contribuirían a desterrar a los cuenistas de la UAS, está configurando un silencio legislativo que en los hechos otorga una alianza a Cuén y el PAS.
Perpetuando su dominio sobre la universidad… amén de que, a nivel fáctico, los morenistas no han hecho otra cosa que intentar mantener a los universitarios en la desorganización, esperanzados a que por “gracia de AMLO” el cambio en la UAS llegará. Además, la alianza -también fáctica- de Rocha Moya y Cuén nos ha mostrado ya la faceta más reaccionaria y derechista del morena: no seamos ilusos, rebasemos a los dirigentes morenistas por la izquierda. Construyamos, trabajadores y alumnos, una UAS sin cacicazgos universitarios.