Error converso

Elecciones en EEUU y el falso imaginario Demócrata

Este 3 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones generales en Estados Unidos donde se eligió entre la reelección de Donald Trump o la alternancia con Joe Biden. Durante las primeras horas del conteo de votos, la aparente ventaja de Trump despertó muchas reacciones entre sectores “liberales” mexicanos, quienes ven en el partido Demócrata una especie de referencia a sus propias aspiraciones político-ideológicas.

Llama la atención esta aparente contradicción de percepciones: los sectores conservadores norteamericanos tildan de “comunistas” y “radicales” a los demócratas, mientras los mismos sectores mexicanos los ven como “liberales” y ejemplos a seguir mientras tachan al obradorismo de ser la amenaza socialista que ellos mismos quieren combatir.

Extravíos ideológicos y falsos imaginarios

Claramente ambas cosas no pueden ser verdad al mismo tiempo: ni los Demócratas gringos son “socialistas” ni los sectores conservadores mexicanos son “defensores de la libertad”. Las claves parecen estar en ciertas narrativas generadas a partir de la política exterior norteamericana, la relación bilateral México-EEUU y la construcción mediática del clima político en el vecino del norte.

Si bien existe una fracción Demócrata que promueve agendas progresistas (como la congresista Alexandria Ocasio Cortéz o el famoso Bernie Sanders) lo cierto es que el núcleo duro del partido está más alineado con el imperialismo norteamericano. Bill Clinton promovió la destrucción de Kosovo y la disolución de Yugoslavia; Barack Obama la de Siria y Libia, también aumentó las tensiones con Corea del Norte.

El partido Demócrata es un partido esencialmente conservador, garante de los intereses de EEUU en el mundo con una agenda moderadamente social que, dada la carga ideológica hacia la derecha que existe en aquél país, es percibido como “liberal” o “socialista” pero dista mucho de serlo.

Ahora bien, es claro que los sectores mexicanos conservadores (léase los Krauze, los Camín, los de Mola, los X. González y a las clases altas-blancas que representan) se identifican con la agenda supuestamente liberal de los Demócratas gringos: básicamente porque protegen el libre mercado, ponen la libertad individual en el centro de su discurso y se presentan como garantes de la fantasía del paraíso capitalista. Además, intentan ubicar a Trump como un “populista” “anti-democrático” (como representan a AMLO) y por lo tanto deben alinearse a favor de su contraparte.

El patrioterismo incongruente

Algunos de los opinadores (porristas) de Joe Biden y la campaña Demócrata dirán que Donald Trump es un “peligro para la democracia” y que su reelección sería una especie de afrenta al orgullo nacional por los repetidos insultos que ha dirigido contra los migrantes y la retórica que mantiene hacia nuestro país.

Pero los hechos cuentan otra historia: Trump mantiene una buena relación con López Obrador, renovó el tratado de libre comercio (con otro nombre) y no ha hecho nada diferente en política migratoria que sus antecesores (recordemos que hasta ahora el presidente que más mexicanos ha deportado es Barack Obama), ni siquiera construyó el muro. En principio debería ser considerado una especie de aliado para los intereses del gran capital norteamericano en México y un socio económico clave para el país que imaginan (donde hay “libertad” comercial), pero simplemente eligen adoptar una narrativa mediática diferente.

Los medios gringos y su auto-percepción

En EEUU los medios “liberales” (NBC, ABC etc.) son percibidos como “cultos” y “racionales”, mientras que los medios “conservadores” (Fox, infowars) son percibidos como demagógicos y dirigidos a las “masas ignorantes”. En sus programas se sostiene regularmente que la democracia norteamericana es excepcional y nunca se cuestiona al sistema-imperio sobre el que está fundamentada. Existe una romantización de la democracia (gringa) asociada la solidez de sus instituciones que en el fondo es un conservadurismo fuertísimo que busca cerrar la puerta a cualquier expresión de izquierda genuina.

Esta es la narrativa que parece atraer a los sectores conservadores mexicanos: democracia gringa como el sistema ideal de gobierno; capitalismo y liberalización económica como la mejor forma de organización social; aplanamiento cultura y adopción del modo de vida blanco-“primer mundista” como el único deseable para culminar un proceso civilizatorio del que siempre hemos estado alejados como país cuasi-primitivo que somos. En fin, los delirios de la derecha más reaccionaria, conservadora y religiosa.

Realidades poco reconfortantes

Hay algunas conclusiones decepcionantes que podemos sacar de las elecciones en EEUU:

  • La relación de dominación económica de EEUU hacia México no cambiará sin importar quién gane
  • La persecución de migrantes y su constante marginación de la vida social y política de EEUU continuarán
  • El imperialismo norteamericano en general y aparato industrial-militar no peligra en lo absoluto
  • Estados Unidos seguirá siendo un Estado policiaco-militar que ejerce el control sobre su población como si de un ejército de ocupación se tratara
  • La democracia norteamericana ni es perfecta ni es el mejor sistema de organización política que ha existido sobre la tierra
  • El conservadurismo y la derecha mexicana seguirán empujando su agenda de asimilación hacia sus amos ideológicos del norte

Veamos qué maromas mentales se inventan para justificar o de plano ignorar cuando Joe Biden comience a bombardear medio oriente, a deportar mexicanos y a negarles derechos básicos y a aumentar presupuestos de defensa para garantizar la estabilidad del imperio.

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Tótua Nia

Eterna defensora de causas perdidas

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