Efectivamente la pandemia nos afecta socialmente. No podemos hacer fiestas, no podemos reunirnos para discutir y trabajar. Ya no podemos hacer música con la banda, y menos que nos escuchen presencialmente. Ya no podemos asistir a los partidos del equipo favorito. No podemos ir a mítines, ni hacer comidas tumultuosas.
Es decir, estamos condenados, a la individualización. Pues ningún cuidado garantiza no contaminación, salvo el aislarnos de los demás. Es más ya le tememos, no da miedo el otro. ¿Cuánto va a durar ésto ?
Nadie lo sabe, porque aparecen cepas y más nuevas cepas. La idea de que pronto o algún día volveremos a la normalidad, parece muerta. Lo que nos invita realmente a cambiar nuestro modo de vida. Esto es escandaloso, pero factible y necesario.
No estar juntos, no significa perder vida. Pensamos que el razonamiento básico de ayudarnos en todo, prevalece. Y de que la alegría de vivir es posible, nada más que separados.Ha llegado el momento de vivir con Naturalidad.
Pero, ¿que es vivir la Naturalidad ? Sencillo, reconocer todo lo que sea natural, lo que por cierto si eres asiduo a ésta red, se ve y se escucha mucho reconocimiento a las capacidades de la Naturaleza.
Por ejemplo, entender que los pies son el factor que de cuidarlos te dan calor terrenal, o de que los árboles tienen su lenguaje y sistema de comunicación, si a eso añadimos que lo más sano es una alimentación natural, de que tomar agua es indispensable, que la medicina que limpia tus pulmones son medicinas a tu alcance.
De que el baño de agua fría te inyecta energía, de que respirar ondo calma tu desesperación, de que los té o el café están llenos de virtudes, de que comer fruta es más que indispensable, de que la lluvia nos garantiza cotidiana producción alimenticia, de que hay maneras naturales de estimular y evitar las enfermedades de cultivos, con medios obviamente naturales. Mucha de ésta actividad se hace individualmente o en familia, o en pequeños grupos. Eso no significa separarnos, sino respetar todo y a todos, y si a eso, damos mayor importancia al hacer comida, con todo natural.
Esto efectivamente cambia nuestra manera de vivir, se hace natural, depende de lo natural. Si a todo eso podemos añadir que la educación, o más bien el aprendizaje, contenga profundo respeto a lo propio, a lo natural, nos permitirá abrir más puertas, y caminar nuevos caminos.
En pocas palabras, estamos llamados a no hacer lo que se hacía, y que nuestra relación con el Universo que nos crea, sea algo nítidamente compartido. La distancia puede trascenderse. Alguién puede preguntarme, y el amor? eso sí se lo responde usted, porque de eso ya no opino.